Como anotación extra: no dejes tus plantas expuestas a la luz directa, sino detrás de ventanas o tras cortinas gruesas para que no tengan ningún problema. También es conveniente colocarlas muy cerca unas de otras para que compartan su humedad y se proporciones sombra y frescor entre ellas.


¿Conocías alguno de estos tips? ¡Inténtalo! Verás que cuando vuelvas a casa seguirán igual de lindas y sanas.

No mojar las hojas
Aunque se suele regar las plantas por encima, lo cierto es que esta práctica no las ayuda nada y menos en los meses de verano. Las hojas mojadas tienen tendencia a enfermar o, en caso de que les dé el sol, de quemarse.

Cantidad de agua
Cada planta tiene sus necesidades de agua, por lo que tendremos que ser coherentes con eso. Eso sí: tengamos en cuenta que el agua se absorbe, por lo que será necesario esperar un poco para que esto suceda antes de volver a regar. Es fundamental evitar el encharcamiento ya que esta agua no hace más que restarle aire a las raíces.

Mantener la humedad
Algo que ayuda a evitar que se deshidraten, es mantener la humedad constante, aunque también hemos de tener en cuenta que puede frenar el crecimiento (las raíces necesitan cierta sequía para crecer).

¡No desperdicies agua!
Por último, no olvides la importancia de cuidar el vital líquido y que como amante de la naturaleza debes ser consciente de su uso. Nuestro planeta te lo agradecerá.

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Info vía: Me lo dijo Pérez